Previamente, al llegar al Tribunal, había manifestado que se presentaba para «ayudar a la Justicia».
Este lunes en horas del mediodía llegó el turno de Juan Guarino para presentarse ante el tribunal que lleva a cabo el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa.
Guarino es uno de los dos jóvenes (el otro es Alejo Milanesi) que estaban con los acusados en Villa Gesell la noche del crimen, pero que luego fueron sobreseídos.
Guarino habló ante el tribunal de Justicia y aseguró hoy que sintió «hasta vergüenza» tras la agresión de sus amigos al joven, y agregó al declarar como testigo en el marco del juicio que enfrentan sus ocho amigos por el ataque, que cuando vio a «Máximo Thomsen al lado de un chico tirado», supuso que «se estaban peleando de vuelta».
«Vi a Máximo al lado de un chico tirado. Me imaginé que se estaban peleando de vuelta, y ya cansado, me fui. Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones», señaló Guarino, ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores, y agregó: «Sentí mucha vergüenza, me da mucho dolor».
La situación de los declarantes
Guarino y Milanesi fueron convocados a declarar en el inicio de la última semana del juicio, mientras que además se aguardaba por el testimonio de las madres de dos de los detenidos.
Ambos estuvieron detenidos en el Penal de Dolores hasta el 10 de febrero de 2020 cuando la Justicia determinó que no había pruebas que los ubiquen atacando a Fernando o a alguno de sus amigos, mientras que tampoco fueron identificados en la rueda de reconocimientos, motivo por el cual, se les dictó la falta de mérito y sobreseimiento.
