El serbio Novak Djokovic sigue lanzado en busca de su décimo título en el Abierto de Australia. Con una actuación superlativa, el exnúmero uno del mundo superó al ruso Andrey Rublev por 6-1, 6-2 y 6-4 en dos horas y tres minutos de juego para instalarse en las semifinales del primer Grand Slam. Tan sobrado estuvo Djokovic que luego del partido se dio el gusto de cantarle el feliz cumpleaños a su madre, junto a los aficionados que había colmado el Rod Laver Arena.
En busca de su vigésimo segundo título grande para empardar a Rafael Nadal como los dos más ganadores, Djokovic dejó en el camino al quinto preclasificado con una solvencia asombrosa y sin dejar margen para ninguna duda. Superadas las molestias musculares que lo aquejaron en las primeras rondas, el serbio mostró lo mejor de su repertorio y no le dio chances al ruso, algo similar a lo que había pasado en el encuentro ante el local Alex De Miñeur.
Apenas terminado el partido, Djokovic le dedicó el triunfo a su fisioterapeuta, que cumple años este miércoles, y a su madre Dijana, que lo hizo el día anterior. «Mi madre está aquí. Te amo, mamá», dijo el tenista frente al público, antes de hacer un corazón con ambas manos y cantarle el feliz cumpleaños.
Con su victoria ante Rublev, el balcánico estiró su racha a 26 triunfos consecutivos en Australia, donde se coronó campeón en 2019, 2020 y 2021. La edición pasada, el nueve veces campeón en Melbourne no pudo jugar porque las autoridades australianas lo deportaron días antes del inicio del torneo por no estar vacunado contra el Covid 10.
En la semifinal de Australia, Djokovic jugará ante el estadounidense Tommy Paul, quien superó a su compatriota Ben Shelton (89), de 20 años, por 7-6 (8-6), 6-3, 5-7 y 6-4, en tres horas y seis minutos. Por antecedentes, el serbio es amplio favorito de llegar a la final, en donde ser enfrentaría al vencedor del cruce entre el griego Stefanos Tsitsipas (4) y el ruso Karen Khachanov (18), protagonistas de la otra semifinal que se disputará el viernes.
