Francisco perdió 7-5, 6-3 y 6-3 con el británico. Bagnis cayó 5-7, 7-5 (7-3), 7-5 y 6-1 con el joven local. Además, Etcheverry enfrenta a Grenier y más tarde debutan Podoroska y Cachín. Ya ganó Medvedev. También juega Kyrgios y puede ser la última función de Serena Williams.
El US Open, último Gran Slam de la temporada, que se juega sobre canchas duras, se puso en marcha este lunes con un programa imperdible: el debut de cinco argentinos -Facundo Cerúndolo, Nadia Podoroska, Tomás Etcheverry, Facundo Bagnis y Pedro Cachín- y una programación inmejorable para la jornada del mítico Arthur Ashe.
El Billie Jean King National Tennis Center de Flushing Meadows abrió sus puertas al mediodía de nuestro país y enseguida entraron en acción las raquetas celestes y blancas. Uno de los primeros en saltar a la cancha fue Cerúndolo, 24° preclasificado, quien no pudo con la jerarquía del escocés Andy Murray, ex número uno del mundo y campeón del certamen en 2012, y se despidió en primera ronda. En el primer partido del estadio Louis Armstrong, el segundo en importancia del complejo, el argentino cayó por 7-5, 6-3 y 6-3 en dos horas y 41 minutos.
En la primera manga, el británico pudo cerrarlo 7-5 tras una remontada parcial del argentino, que plantó batalla e intentó imponer su ritmo, con un quiebre inclusive.
En el cierre de ese set se vivió una situación particular. Cuando Cerúndolo sacaba 0-15 y 4-5 abajo en el marcador, devolvió un tiro de Murray tras un doble pique, que a primera vista fue imperceptible para él y para el umpire. Pero el escocés lo vio y protestó. Y luego de que las pantallas del estadio mostraran que el europeo tenía razón, Francisco cedió el punto.
En el segundo, el argentino fue más efectivo que su rival con el primer servicio (ganó el 82 por ciento de los puntos que jugó contra el 72 por ciento del escocés), pero cometió demasiado errores no forzados (13).
Murray arrancó muy sólido y con dos quiebres consecutivos se adelantó 5-0. Esa diferencia que terminó siendo irremontable para Cerúndolo, que recuperó uno de los breaks en el séptimo game para acercarse 2-5, pero no pudo evitar que el ex número uno cerrara el set por 6-3 dos juegos más tarde.
En el tercer capítulo no cambió mucho la historia. Cerúndolo, que pareció sufrir demasiado el calor (casi 30 grados de temperatura y más de 60 por ciento de humedad) y no jugó en su mejor nivel. El escocés dictó el ritmo y con un quiebre en el primer game, sacó una ventaja tempranera, que estiró luego al robarle el saque al porteño otra vez en el quinto juego (4-1).
Así, Cerúndolo llegó al octavo game sin margen de error, con Murray al saque 5-2 arriba. El argentino sorprendió y consiguió un break para descontar 3-5 y estirar la historia, Pero en el siguiente game, quedó 0-40 abajo muy rápido. Levantó el primer match point con un drive cruzado que el escocés no llegó a devolver y el segundo, con un ace. Pero en el tercero, enganchó la pelota y la tiró afuera. Y así, con otro error no forzado (el número 49 del encuentro para él) entregó el partido.
Francisco sigue sin poder ganar un partido en el cuadro principal de un Grand Slams (sí suma victorias en las qualys de los cuatro). Debutó en la categoría en junio, en Roland Garros, en el que se despidió ante el británico Daniel Evans. Poco después cayó en el debut en Wimbledon ante Rafael Nadal. Y este lunes no pudo con Murray en la que fue su primera participación en Nueva York.
Facundo Bagnis, uno de los dos argentinos que se metió en el cuadro desde la qualy, también fue eliminado en la primera ronda.
El santafesino, 32 años y 106° de la ATP, jugó muy bien en los primeros tres sets ante el local Sebastian Korda, de 22 y 52°, un estadounidense con mucha proyección a futuro, que viene de hacer cuartos de final en Washington y octavos en Cincinnati.
Bagnis se llevó un cerrado primer set por 7-5 y cedió los dos siguientes, dando pelea, por 6-7 (3-7) y 5-7. Pero en el cuarto, con problemas físicos, bajó mucho el nivel y la intensidad y Korda aprovechó para sellar el triunfo con facilidad, por 6-1.
Tomás Etcheverry se enteró poco antes de su debut que había cambiado su rival. El platense, 86° de la clasificación y otra de las raquetas de la nueva generación que está viviendo una buena temporada, tenía que jugar con Pablo Andújar, pero el español se bajó a último momento por una lesión muscular en su brazo derecho. Por eso, el argentino juega en primera ronda con el francés Hugo Grenier, 119 del ranking, quien ingresó como lucky loser. Se impuso por 6-4 en el primer set, pero cedió por 6-2 y 6-3 los dos siguientes.
El platense disputa su primer US Open y llega sin rodaje en cemento, ya que en las últimas dos semanas jugó dos challengers sobre polvo de ladrillo (fue semifinalista en ambos).
Más tarde, en la cancha 4, se presentará Nadia Podoroska, en el debut del que será su primer cuadro principal de un Grand Slam después de una temporada. La rosarina, que está 190ª en el ranking de la WTA, entró directamente al main draw con ranking protegido, ya que estuvo luchando en el último año con varias lesiones, y debutará ante la eslovaca Anna Schmiedlova, 116ª, en el último partido del día en ese escenario, alrededor de las 20. La Peque será la única argentina en el torneo femenino.
Pedro Cachín, en tanto, chocará con el esloveno Aljaz Bedene en el court 15, aproximadamente a las 19 de nuestro país (cuarto turno). El cordobés, 66° del ranking, viene en racha. En julio, tras ganar el Challenger de Todi y llegar a la final en Verona, en semanas consecutivas, se metió por primera vez en el top 100. Y la semana pasada se coronó en el Challenger de Santo Domingo, sobre polvo de ladrillo. Su rival no juega desde finales de julio (perdió en primera ronda en Umag) y ingresó al cuadro usando un ranking protegido (está 343°).
Los otros cuatro argentinos que entraron al certamen deberán esperar hasta el martes para debutar. Diego Schwartzman, 14° preclasificado, lo hará ante el local Jack Sock; Sebastián Báez, ante el español Carlos Alcaraz (3°); Federico Coria, frente al neerlandés Tallon Griekspoor; y Federico Delbonis, el otro surgido de la clasificación, ante John Isner.
Medvedev dio un sólido primer paso y a la noche se presentará Serena
El estadio Arthur Ashe será escenario de tres duelos imperdibles, que se robarán la atención en la primera jornada de competencia. En el primer partido del día, el ruso Daniil Medvedev, número uno del mundo y campeón defensor, no tuvo problemas para superar al estadounidense (nacido en Macedonia) Stefan Kozlov, 110° del ranking, quien llegaba con un récord de apenas 4-6 esta temporada en el circuito ATP.
El moscovita se impuso por 6-2, 6-4 y 6-0 en apenas dos horas y un minuto de juego y se metió en la segunda ronda, en la que chocará con el francés Arthur Rinderknech, 58°, quien venció en cuatro sets a su compatriota Quentin Halys.
Medvedev llegó en un buen momento a Nueva York, tras sumar un título en Los Cabos y hacer semis en Cincinnati, la semana pasada. Quiere levantar su segundo trofeo «grande», pero tiene además una motivación especial: debe llegar al menos a la final para no arriesgarse a perder el número uno, que podrían robarle cuatro jugadores, Rafael Nadal (el mejor posicionado para hacerlo), Stefanos Tsitsipas, Carlos Alcaraz o Casper Ruud.
La sesión nocturna en la cancha central tendrá dos matches que prometen grandes emociones. A partir de las 20 de Argentina, Serena Williams jugará el que podría ser el último partido de su larga y extraordinaria carrera (en singles al menos, ya que también competirá en el dobles con su hermana Venus). La estadounidense, quien avisó hace algunas semanas que podría retirarse tras este torneo, chocará con la montenegrina Danka Kovinic (80ª).
Con casi 41 años (los cumplirá el 26 de septiembre) y ubicada en el 608° escalón del ranking, la ex número uno arrancará su camino en Nueva York, donde sueña con ponerle el broche de oro a su carrera y conquistar su 24° Grand Slam, para igualar el récord de la australiana Margaret Court.
El cierre de la acción del día -a continuación del partido de Williams- quedará en manos de Nick Kyrgios y Thanasi Kokkinakis, quienes se enfrentarán por primera vez en un torneo del circuito mayor. Amigos afuera de la cancha y jóvenes promesas del tenis australiano, que por distintas razones no llegaron a cumplir las expectativas que habían generado como juniors, este año hicieron historia al ganar juntos el título de dobles en el Grand Slam de su país. Y repitieron el festejo hace unas semanas en Atlanta.
En singles viven momentos distintos. Kyrgios disfruta de una gran momento deportivo. Subcampeón en Wimbledon, ganador del título en Washington y semifinalista en Stuttgart y Halle en lo que va del segundo semestre del año, está jugando en un gran nivel y se ubica 26° en el ranking, su mejor posición en más de dos años. En tanto, Kokkinakis, 70°, no logra ganar dos partidos seguidos en el cuadro principal de un ATP desde mayo, cuando perdió en cuartos en Ginebra. Pero tras varias temporadas de altibajos, lesiones y falta de confianza, aseguró hace poco que está en la «mejor condición física de su vida». Por eso y por la química que existe entre ellos, los australianos darán un espectáculo digno de la ocasión.
Otro partido que valdrá la pena agendar es que el que jugarán en el Louis Armstrong, cerca de las 20, Tsitsipas, cuarto favorito, y el colombiano Daniel Galán, surgido de la qualy. Reciente finalista en Cincinnati, el griego busca en Nueva York su primer Grand Slam y una actuación que le permita treparse a la cima del ranking, con algo de ayuda de otros resultados.
La primera sorpresa del torneo llegó bien temprano. Porque en uno de los duelos del primer turno, el local J.J. Wolf, 87° del ranking y uno de los invitados de la organización, eliminó al español Roberto Bautista Agut, 18° del mundo, al ganarle por un triple 6-4 en dos horas y 13 minutos de juego.
El noruego Casper Ruud, quinto preclasificado y uno de los protagonistas de la lucha por el número uno, venció por 6-3, 7-5 y 6-2 al británico Kyle Edmund y avanzó a la segunda ronda.
Por el lado del cuadro femenino, la griega Maria Sakkari, tercera favorita, superó por 6-4, 3-6 y 6-0 a la alemana Tatjana Maria, 85ª del ranking.
Fuente: Clarín
