El candidato que lidera las encuestas se recupera favorablemente y mientras vuelve a tomar protagonismo, sus hijos lo reemplazan en los actos públicos.
Luego de la conmoción que desató el ataque con un arma blanca el jueves, el herido candidato presidencial Jair Bolsonaro evolucionaba favorablemente ayer en un hospital en San Pablo, según el parte médico reportado por la tarde. El diputado de ultraderecha está “consciente y en buenas condiciones clínicas” y comenzó a caminar, mientras sigue internado en la Unidad de Terapia Intensiva.
En tanto, el sospechoso de apuñalar al candidato durante un mitin de campaña en Juiz de Fora, una ciudad a 200 kilómetros de Río de Janeiro, fue trasladado ayer a un penal federal de máxima seguridad en Campo Grande, en el estado de Mato Grosso del Sur. Adelio Bispo de Oliveira, de 40 años, quedará aislado en un área destinada a presos colaboradores de la justicia y reos cuya integridad física está en riesgo, señalaron fuentes del servicio penitenciario.
En tanto, los hijos del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, favorito para la primera vuelta de las presidenciales del 7 de octubre en Brasil, tomaron las riendas de la campaña de su padre, herido de una puñalada en un mitin.
Flávio y Eduardo Bolsonaro, dos de sus cinco hijos, se han convertido en portavoces del candidato y multiplican su presencia en actos.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
Pero no sólo Bolsonaro, sino todos los candidatos a las elecciones presidenciales de octubre en Brasil están cambiando su estrategia de campaña para las elecciones de octubre que ayer se reanudaron, tras haberlas suspendido el jueves por el atentado contra Bolsonaro.
Los principales candidatos, que hasta el miércoles venían atacando al polémico aspirante por sus posiciones radicales y para restarle favoritismo, cambiaron sus mensajes, se abstuvieron de nuevos ataques a Bolsonaro y pasaron a defender la tolerancia y una campaña pacífica.
De acuerdo con analistas, los candidatos admiten que el ataque contra Bolsonaro favorecerá electoralmente al ultraderechista, que ya es líder en los sondeos con un 22 % del favoritismo y puede atraer nuevos electores por solidaridad o empatía, y quieren evitar ser vistos como los que atacan a la víctima del atentado.
El cambio de estrategia fue nítido en la campaña de Geraldo Alckmin, ex gobernador de San Pablo y candidato por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), quien disputa votos con Bolsonaro entre electores de derecha y de centro y venía atacando duramente al ultraderechista en sus propagandas. (AP, EFE y AFP)
