Autoridades cristianas de Jerusalén cerraron la iglesia del Santo Sepulcro por tiempo indeterminado en medio de una disputa de impuestos y de derechos de propiedad con Israel, informaron medios internacionales.
El templo, atractivo turístico ubicado en la ciudad vieja de Jerusalén, es el lugar más sagrado del cristianismo, debido a que, según la tradición, allí fue enterrado Jesucristo.
Dirigentes de las iglesias ortodoxa de Grecia, católica romana y armenia denunciaron, en un comunicado conjunto, una «campaña sistemática contra las iglesias y comunidades cristianas en Tierra Santa», difundió la agencia de noticias DPA.
La protesta es contra un borrador de ley israelí que permitiría al Estado expropiar terrenos que la Iglesia vendió a inversores privados a partir de 2010.
Según el diario israelí Haaretz, a raíz de las protestas, la votación del proyecto de ley por parte de una comisión ministerial fue aplazada. El borrador todavía tiene que ser votado en el parlamento.