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Carlos Puigdemont, expresidente catalán, ha renunciado a solicitar el sueldo de expresidente, porque aún se considera legítimo jefe de la Generalidad de Cataluña.
Los expresidentes catalanes tienen derecho a percibir durante los cuatro años siguientes a su cese el 80% del salario que recibían mientras ocupaban el cargo y, al llegar a los 65 años, también les corresponde una pensión vitalicia equivalente al 60% del sueldo que percibían como presidentes. En el caso de Puigdemont su salario ascendía a algo más de 145.000 euros anuales, lo que supondría una pensión como expresidente en torno a 116.000 euros.
El Ministro de Hacienda español, Cristóbal Montoro, le dio a Puigdemont un plazo de diez días para que se acogiera al estipendio reservado a los expresidentes de la Generalidad de Cataluña. Si así lo hacía, acataba la aplicación del artículo 155. O lo que es lo mismo, reconocer sus medidas, como la disolución del Parlamento, el cese de todo el Gobierno catalán y la convocatoria de elecciones anticipadas. El expresidente no lo reconoce, y se sigue considerando el presidente legítimo del Gobierno catalán.
Sueldo de expresidente no, sueldo de diputado sí
Sin embargo, Puigdemont sí pretende cobrar el salario base como diputado del Parlamento de Cataluña. Una vez elegido presidente renunció a su retribución como parlamentario, pero ahora se dará de alta para recibirla hasta la constitución de la próxima cámara tras las elecciones del 21 de diciembre.
La renuncia del expresidente catalán a su sueldo como tal no comporta la renuncia a otros beneficios de que disfruta el cargo, otorgados por el Parlamento regional. El político tendría derecho a un despacho y al reconocimiento institucional, según informael citado medio.
