Lo veía todos los días cuando iba a la escuela, y la familia decidió llevarlo a su casa.
La historia de amor y solidaridad de Tiziano es conmovedora. Tiene 4 años, es paciente oncológico y adoptó un abuelo que vivía en la calle.
Todo empezó a hace un tiempo durante una mañana fría en Entre Ríos cuando camino al jardín Tiziano le pidió a su mamá que le comprara bizcochitos. Ahí lo vio a Tano y dijo: «Vamos a comprarle algo al abuelo».Florencia, la mamá del nene, contó que compraron bizcochitos y un sándwich. El nene se lo dio y le preguntó: «¿Abuelo estás contento?». Emocionado, Tano le respondió: «Sí, mi hijo».
El abuelo les agradeció con una sonrisa, y les contó que necesitaba calzado porque tenía los pies lastimados. Al otro día hicieron el mismo camino para ir al colegio, pero el abuelo no estaba. Tiziano y su mamá recorrieron durante semanas las calles de Entre Ríos hasta que volvieron a verlo. Y desde ese día no se separaron más.
Tiziano volvió a comprarle un sándwich y en auto lo llevaron a su casa. La familia lo adoptó. “Tano quiere estar bien, prosperar, quiere cuidar su salud, vamos a hacer lo posible para ayudarlo”, relató la mujer.
Florencia también contó que el abuelo tiene 55 años, trabajaba de albañil y fue abandonado por su familia.
La vida de Tano cambió desde el momento que conoció a Tiziano. Atrás quedaron los días grises que le tocó vivir en la calle. Ahora duerme bajo techo y lo más importante es que tiene una familia.
