Solo un pedacito y no como más… entre las mas grandes mentirasPor qué cada vez que uno dice voy a comer solo un cuadradito de chocolate en realidad sabe que se está mintiendo. Un grupo de especialistas investigó las causas de esta dulce adicción.
Más de una vez se escuchó hablar de los beneficios de los granos de cacao que se utilizan para fabricar chocolate, pero ¿qué es lo que lo hace tan deseable para nuestro paladar?
El chocolate, además de su agradable sabor- variando en intensidades- tiene varias sustancias psicoactivas naturales como la anandamida que estimulan nuestro cerebro, en la misma forma que lo hace el cannabis. Además contiene tiramina y feniletilamina, sustancias con efectos similares a la anfetamina.
Pero otro de los factores que parece volver al chocolate irresistible es su cremosidad que hace que se activen receptores en la lengua generando placer.
Otro factor que expertos en la ciencia de la alimentación han destacado es su cremosidad, que hace que al derretirse en nuestra a boca se activen receptores en la lengua que detectan el cambio de textura y estimulen el sentimiento de placer.
Pero lo que modificó el consumo del cacao- que es amargo- para siempre fue la incorporación industrial de grasa y azúcar generando una verdadera adicción en muchas personas. Ese placer azucarado- que varía de acuerdo a cada persona en gusto, algunos prefieren chocolates más o menos amargos- se une a la leche y el recuerdo inmediato a la lactancia; ya que la leche materna tiene una proporción similar de grasas y azúcares a las que suele encontrarse en el chocolate (1 gramo de grasa por cada 2 de azúcar).
La influencia de nuestra primera comida- la leche materna- sienta un patrón para el tipo de alimentos que nos gustarán en el futuro, aunque no sean tan saludables, explican los especialistas. Es decir, el chocolate funciona como una respuesta emocional a la comida que afecta nuestro cerebro y nos satisface.
