Ocurrió por la madrugada; el conductor, de 40 años, fue derivado a un hospital de la zona, mientras que el local estaba vacío; tenía 1.99 de alcohol en sangre
Un conductor que viajaba en su auto a altísima velocidad por la Avenida Córdoba perdió el control del vehículo y se incrustó en una reconocida fiambrería y casa de productos regionales del barrio porteño de Chacarita, en el cruce con Jorge Newbery. Tal fue la fuerza del impacto que el coche rompió la entrada y quedó depositado arriba de la heladera de fiambres.
El hombre, de 40 años, manejaba un Citroën DS3 por la avenida Córdoba, claramente por encima de la velocidad reglamentaria, poco antes de las 5 de la mañana. Desde cuadras antes del cruce con Jorge Newbery ya no pudo maniobrar su vehículo, que se cruzó y fue directo contra el local ubicado en la esquina. Todo quedó grabado en las cámaras de seguridad de la zona.
Los resultados del test de alcoholemia al conductor registraron 1.99 de alcohol en sangre, casi cuatro veces por encima de lo permitido.
Así, rompió la puerta de entrada pero no quedó ahí, sino que ingresó dentro del local y se subió encima de las típicas heladeras que hay en estos lugares para exponer los quesos y los fiambres.
Al lugar se trasladó personal del SAME y de la Comisaría Vecinal 15A de la Policía de la Ciudad, que al ver lo que había pasado solicitaron colaboración de los bomberos para rescatar al conductor, que estaba atrapado. Al lograr hacerlo salir, fue trasladado con politraumatismos al Hospital Tornú, aunque se encontraba fuera de peligro.
Mientras, la zona estuvo con limitaciones en el tránsito por los peritajes no solo sobre el auto, sino también sobre la estructura del lugar, donde se constató que no había peligro de derrumbe.
El testimonio de la dueña
En diálogo con LN+, Eleonora, dueña del local “Don Cosme”, contó: “Estábamos durmiendo, nosotros vivimos arriba, escuchamos una explosión tremenda y no sabíamos qué había pasado. Fue un ruido tremendo. Empezó a sonar la alarma del local y mi marido me dijo: ‘Es la alarma’. Le dije: ‘No puede ser’. Nos asomamos y enseguida cayeron patrulleros, bomberos, y la verdad que es un desastre”.
La mujer, visiblemente consternada y al borde del llanto, indicó que vive con su esposo y sus tres hijos allí, y que tiene cuatro empleados. Además detalló que la tienda funciona desde 1972 y que es la fuente de ingresos de toda la familia.
“No sé a qué velocidad venía este señor, que lo vi, lo sacaron en camilla, estaba consciente. Lo que me hizo, lo que hizo a la familia, es un desastre. Esta es nuestra fuente de trabajo, no sé cómo vamos a hacer para salir adelante. Gracias a Dios no había nadie y fue a la madrugada, porque si hubiese sido de día, hubiese matado a un montón de gente. Se llevó toda la persiana y la marquesina puesta, pero la parte de atrás está bien”, precisó.
A la espera de la llegada de Defensa Civil para el retiro del auto y para evaluar si todavía quedaba algún riesgo, Eleonora pidió al gobierno de la Ciudad que le dejen volver a colocar unos pilotes que tenían en la vereda como contención y que les hicieron sacar por reglamento. “Me gustaría que el jefe de Gobierno se acerque, que se aproxime. Ahora, ¿quién se va a hacer cargo de todo esto?”, se quejó contra Jorge Macri.
Todavía en shock, la mujer contó que incluso habían comprado mayor cantidad de mercadería que lo habitual debido a que este fin de semana es el Día de la Madre. “Tenemos que esperar a que vengan a sacar el auto, pasa que le estaban haciendo [al conductor] nuevos tests de alcoholemia y narcotest. Y hasta que no vean eso y no chequeen bien, no vienen a sacar el auto porque es distinto el peritaje que tienen que hacer”, comentó y cerró: “Tengo que abrir una ventana lateral para poder seguir laburando de alguna forma porque tengo que seguir viviendo, mis hijos tienen que seguir comiendo y tenemos que pagar todos los gastos que acarrea vivir”
LA NACIÓN