El exintendente de Lomas de Zamora es investigado por 75 viajes al exterior y la compra de autos de alta gama y propiedades. Además, del viaje con Sofía Clerici que destapó el caso
El fiscal federal Sergio Mola pidió indagar al exintendente de Lomas de Zamora Martín Insaurralde por lavado de dinero mientras que el juez federal Ernesto Kreplak lo intimó a que en diez días justifique sus bienes en una investigación de enriquecimiento ilícito. El monto injustificado asciende a unos 10 millones de pesos entre 2009 y 2023, según los investigadores.
El de hoy es el principal avance del caso, que se inició en octubre del año pasado cuando aparecieron en Instagram las fotos de Insaurralde en compañía de Sofía Clerici mientras viajaban por el mar Mediterráneo en el yate Bandido, cuyo alquiler se estima en no menos de 40.000 euros.
Esta es la primera etapa de la imputación del fiscal, ya que se preparan otros informes similares sobre la supuesta participación de Jesica Cirio y de Sofía Clerici en las maniobras de lavado y enriquecimiento ilícito. Asimismo, la Unidad de Información Financiera, que es el organismo del Estado especialista en lavado de dinero, y es parte en la causa, prepara su propio requerimiento..
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En las 40 páginas a las que accedió LA NACION, Mola junto a la PROCELAC, a cargo de Diego Velasco, que es la fiscalía especializada en lavado de dinero, hizo un análisis patrimonial que revela la fortuna del funcionario. Se centran en la compra de su casa de San Vicente mediante testaferros, en el uso de autos que no están a su nombre y en la compra de un centenar de pasajes aéreos en efectivo o con cuentas de terceros para él, su familia y amigos.
La investigación de Mola, Velasco y los especialistas de la fiscalía antilavado detectó la compra de propiedades mediante testaferros, la compra de automóviles a nombre de otros, que eran usados por Insaurralde, el pago en efectivo de unos 75 viajes al exterior por más de 75.000 dólares, por ejemplo el realizado con Clerici, y un incremento patrimonial injustificado. Además, se detectó un nivel de gastos que no se condice con sus ingresos declarados y la sospecha de que todos estos bienes son la evidencia del lavado de dinero producto de la corrupción.
Esto se basa en los cargos públicos que viene ejerciendo Insaurralde, sin ninguna otra actividad, y los contratos de la municipalidad de Lomas de Zamora con empresas supuestamente relacionadas con quien fuera intendente de ese distrito.
La imputación es sobre Insaurralde y sobre sus hijos Martín Luciano y Rodrigo Agustín. También sobre los empresarios Gastón Barrachina y Víctor Donadio, y sobre Carolina Álvarez, su primera esposa.