En el Día de la Lealtad elogió a Cristina y pidió por la unidad. «No me interesa disputar ninguna interna», dijo tras la presión de La Cámpora.
Axel Kicillof encabezó el acto por el Día de la Lealtad en Berisso y se corrió de las tensiones que cruzan la interna por la conducción del PJ. «No me interesa disputar ninguna interna. La única pelea que me interesa es contra las políticas de Milei», dijo.
Fue un gesto hacia el kirchnerismo tras días de intensa presión por parte de los dirigentes más cercanos a Cristina Kirchner para que el gobernador se pronuncie en favor de su candidatura para comandar el PJ nacional.
En el último tramo de un discurso que duró más de una hora, Kicillof pidió por la unidad. «Los mejores días siempre fueron con Cristina y los días mejores que se vienen tienen que estar en el futuro», dijo en una frase que resume los equilibrios toda vez que reconoce el rol de la ex presidenta en los últimos años, pero habla de un futuro superador.
El acto estuvo envuelto en toda la simbología peronista. El escenario estuvo montado sobre la calle Nueva York, epicentro de la actividad comercial en la primera mitad del siglo pasado. A pocas cuadras, todavía existen las viejas estructuras de los edificios Swift y Armour. Desde allí partieron el 17 de octubre de 1945 cientos de trabajadores hacia Plaza de Mayo, para exigir la libertad de Perón.
Los invitados más importantes no se ubicaron en las primeras filas frente al escenario, sino detrás del gobernador en dos tribunas colmadas por intendentes, dirigentes sindicales y funcionarios del gobierno provincial. El objetivo era claro: mostrar la el poder de convocatoria en medio de las tensiones por la conducción del PJ nacional.
Los más cercanos a Kicillof en el escenario eran Verónica Magario y Fernando Espinoza; sus ministros con roles más políticos: Carlos Bianco y Andrés Larroque. Y los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso).
Unámonos. No me interesa disputar ninguna interna. Si quiero colaborar con la construcción de una alternativa superadora y que ponga a la Argentina en una etapa de desarrollo.
«Tenemos que escuchar a los que están siendo dañados. No estamos para dar clase, sino para entender y nosotros para representar», sostuvo al empezar a referirse al clima interno del peronismo, donde fue blanco de críticas por parte de Máximo Kirchner, que apuntó semanas atrás en La Plata: «Hay dirigentes con altos cargos que se creen víctimas».
El último tramo del discurso de Kicillof fue el más delicado en términos de las tensiones que se vivieron durante la semana. Incluso algunos pasaje parecía tenerlos apuntados sobre su atril. Una muestra de la sensibilidad las palabras en medio de la interna.
«Quiero colaborar con la construcción de una alternativa superadora que ponga a la Argentina en una etapa de desarrollo justo. La única pelea que me interesa es contra las políticas de Milei», dijo el gobernador.
«A la derecha le conviene nuestra división, nuestra fragmentación, debilitar este escudo llamado peronismo. Quiero dejar acá mi opinión sobre las cosas que se dijeron: unidad, unidad y unidad», siguió para cerrar con la frase: «los mejores días siempre fueron con Cristina, y los días mejores que se vienen tienen que estar en el futuro».
A la derecha le conviene nuestra división, nuestra fragmentación, debilitar este escudo llamado peronismo. Quiero dejar acá mi opinión sobre las cosas que se dijeron: unidad, unidad y unidad.
Por momentos, el discurso Kicillof pareció tener un tono de discurso de campaña. En varios pasajes fue la militancia quien empezó a cantar «Axel presidente». Fue el local Cagliardi quien se lo planteó en un breve discurso antes de la alocución de Axel. «Amigo, te tenés que hacer cargo del país», le dijo.
El ministro de Trabajo, Walter Correa fue en enlace para la llegada la dirigencia sindical que, como adelantó LPO incluyó a la cúpula de la CGT. Se los vio en el escenario a Héctor Daer, Pablo Moyano y Andrés Rodríguez. También a Julio Piumato, Abel Furlán y Juan Carlos Schmid.
Sobre el escenario estuvieron también unos 30 intendentes del conurbano y del extenso interior bonaerense. La mayoría de los alcaldes del conurbano llegaron a último momento junto al ministro Gabriel Katopodis. En ese grupo estaban Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan José Mussi (Berazategui), Lucas Ghi (Morón), Gastón Granados (Ezeiza), Andrés Watson (Florencio Varela), Pablo Descalzo (Ituzaingó), Fernando Moreira (San Martín) y Federico Achaval (Pilar).
No estuvo en el acto Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja que parece decidido a disputar la conducción del PJ nacional en una interna frente a Cristina Kirchner. Ambos se reunirán el viernes y de allí podría surgir una lista de unidad.
Por lo pronto, aunque el Cuervo Larroque quiso llevarlo al acto de Berisso, primó por parte de Kicillof la idea de convocar a la unidad y evitar que el acto sea leído como un desafío a la ex presidenta.
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