El presidente Javier Milei volvió a tensionar con el Congreso y adelantó que vetará cualquier iniciativa que altere el equilibrio fiscal. La advertencia surgió luego de que la Cámara de Diputados aprobara, con 142 votos a favor, un aumento de emergencia del 7,2% en las jubilaciones y un bono de $110.000 mensuales para quienes perciben el haber mínimo. La oposición celebró la media sanción como una muestra de unidad, mientras que el oficialismo denunció «demagogia populista».
«Esperemos que los senadores no apoyen esta demagogia populista pero, de cualquier forma, nuestro compromiso es vetar cualquier cosa que atente contra el déficit cero», publicó Milei en sus redes. El vocero presidencial, Manuel Adorni, reforzó esa postura: «El presidente vetará todos y cada uno de los proyectos que impliquen quebrantar el equilibrio fiscal. El populismo ya no es parte del camino».
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también se había pronunciado en ese sentido durante el debate: «Ninguna ley que salga del Congreso puede generar un impacto fiscal que haga perder el equilibrio. Si eso sucede, el Gobierno la va a vetar». Desde el oficialismo, los respaldos no tardaron en llegar. El diputado Damián Arabia instó al veto y calificó a los impulsores del proyecto como «degenerados fiscales».
Una sesión cargada de tensiones
La iniciativa fue impulsada por Unión por la Patria y contó con el respaldo de Encuentro Federal, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda. La votación reflejó una amplia mayoría, pero no alcanzó los dos tercios necesarios para neutralizar un eventual veto presidencial. Hubo 67 votos en contra, 19 abstenciones y 28 ausencias.
El proyecto contempla una suba extraordinaria del 7,2% en todas las escalas para compensar la inflación de enero de 2024, además de elevar de $70.000 a $110.000 el bono mensual para quienes perciben la jubilación mínima. A su vez, se establece que el bono se actualizará por inflación.
Entre las abstenciones se destacaron las del sector macrista de PRO y de la UCR afín al oficialismo, lo que dejó entrever una fractura dentro de Juntos por el Cambio. María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato y Luciano Laspina se contaron entre los legisladores que evitaron pronunciarse.
Cruces por la moratoria
La oposición también logró la media sanción de la prórroga de la moratoria previsional, que había vencido el 31 de marzo. El texto fue aprobado con 111 votos afirmativos, 100 negativos y 15 abstenciones. La propuesta busca mantener durante dos años más el régimen que permite jubilarse a quienes no reúnen los 30 años de aportes.
El kirchnerismo defendió la medida como «un acto de justicia social», mientras que el oficialismo y sus aliados denunciaron que perpetúa el déficit del sistema. Desde PRO, el diputado Sergio Capozzi sostuvo que «estas moratorias perversas ocasionaron que quienes aportaron toda su vida cobren menos que los que no lo hicieron». Silvana Giudici fue más allá: acusó a la oposición de «dinamitar el plan de estabilización».
En contraposición, Itaí Hagman (UxP) señaló que más de 800.000 personas se jubilaron gracias a la moratoria y que, sin la prórroga, siete de cada diez personas en edad jubilatoria quedarían fuera del sistema.
Alternativas y financiamiento
Como contrapartida al argumento oficialista sobre el impacto fiscal, la oposición propuso una serie de alternativas de financiamiento. Entre ellas, la eliminación de exenciones impositivas, el redireccionamiento de fondos asignados a la ex-SIDE y el uso de ahorros generados por la rebaja de tasas del FMI.
Además, el proyecto ratifica la fórmula de movilidad jubilatoria vigente desde abril por decreto, y estipula la actualización automática, por inflación, de los giros a cajas provinciales no transferidas.
Desde sectores dialoguistas, como el que integra el diputado Nicolás Massot, se impulsó una propuesta intermedia: establecer una prestación proporcional que garantice la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) y sume incrementos en función de los aportes efectivamente realizados.
«No queremos romper el equilibrio fiscal, pero tampoco aceptar que no hay plata mientras se reducen impuestos a los grandes patrimonios y se promueven blanqueos», sostuvo Massot.
Tensiones con el Senado y veto en puerta
Aunque la media sanción fue celebrada por la oposición como una conquista institucional, el Ejecutivo dejó claro que recurrirá al veto si el Senado convierte el proyecto en ley. «No podemos pagar esto, salvo que volvamos a emitir dinero y endeudarnos», advirtió Francos.
Pese al respaldo mayoritario, la oposición no reúne aún los votos suficientes para revertir el veto presidencial. Todo indica que la discusión continuará en el Senado, pero con un desenlace ya anticipado.