El sacerdote estaba de manera irregular en la diócesis de Zárate Campana y a raíz de sus polémicas declaraciones decidieron expulsarlo.
Javier Olivera Ravasi es amigo de Victoria Villarruel desde hace más de 20 años, es hijo de un genocida condenado por delitos de lesa humanidad, tiene un rosario hecho de balas y se lo señala como uno de los organizadores de la polémica visita de diputados libertarios al penal de Ezeiza.
El cura además participa en un chat con funcionarios del gobierno y abogados donde van anunciando los avances del proyecto para morigerar las penas de los genocidas, lo que generó revuelo en la diócesis, lo que terminó en su expulsión.
EL DESTAPE