El empresario violó una perimetral y estuvo a media cuadra de la casa de Victoria Vanucci.
El conflicto legal entre Matías Garfunkel y Victoria Vanucci volvió a dar que hablar en las últimas horas. A tan solo unas semanas de haber recuperado su libertad tras pagar una fianza de 1.000 dólares, el empresario fue nuevamente arrestado en una prisión de Utah, Estados Unidos, tras infringir dos medidas judiciales: una orden perimetral y una orden de protección, llamada: protective order.En el sistema judicial estadounidense, las órdenes de protección complementan las medidas perimetrales, evitando que se realicen acercamientos o contactos sin la debida autorización o supervisión policial. En este contexto, Garfunkel tiene prohibido acercarse a Vanucci durante tres años, y cualquier tipo de comunicación con sus hijos, Napoléon e Indiana, debe realizarse de manera virtual, ya sea por videollamadas o con la presencia de un terapeuta.
“En la primera, lo agarraron con las manos en la masa. Y en la segunda, llegando a destino. Porque él empezó a avisar que iba a acercarse. Es decir, que no sólo violó la prohibición de contactarse, sino que además estaba dentro del perímetro de exclusión”, comentó Yamil Castro, abogado de Vanucci, en una entrevista con Clarín.
about:blank El letrado también destacó que Garfunkel realizó 27 llamadas telefónicas y envió 15 correos electrónicos en el mismo día, además de un llamado utilizando el número de un hotel, lo que indicaba que estaba acercándose. Esta situación provocó que la mediática al sentirse amenazada, solicitara la presencia policial de inmediato, a lo que acudieron 7 patrulleros sin sirena, para evitar que los niños se dieran cuenta de lo que estaba pasando. A lo que Garfunkel resultó siendo detenido a tan solo unos metros de la propiedad.
La gravedad de esta nueva detención es mayor a la anterior, ya que Garfunkel podría permanecer preso por un año, salvo que se le conceda una salida anticipada bajo ciertas condiciones, como el uso de una tobillera electrónica. Por otro lado, la justicia familiar le otorgó a Vanucci la custodia total de los menores. Las pericias psicológicas realizadas a los niños confirmaron que Garfunkel había manipulado a los menores, lo que sumó tres cargos en su contra: violencia de género, violencia psicológica y violencia frente a menores. Además, el matrimonio de Las Vegas que fue tan comentado, terminó siendo anulado conforme a la Ley de Nevada.
La última pelea
Fuentes cercanas a la ex pareja revelaron que la última discusión ocurrió durante el «Black Friday», cuando Garfunkel se obsesionó con adquirir ropa de invierno de una marca exclusiva, la única que no tenía descuento. Frente a esta situación, se le ofreció ayuda profesional, pero él rechazó cualquier tipo de intervención.
Recientemente, Vanucci comenzó a compartir en sus redes sociales episodios de agresión verbal por parte de Garfunkel, quien ha asumido su bipolaridad. En uno de los videos que difundió la víctima, se puede ver a Garfunkel, alterado y fuera de si, insultando a la madre de sus hijos mientras se encontraba con los mismos en el hogar: «Vos sos un sorete», le gritó Garfunkel, mientras bajaba unas escaleras. Vanucci, aparentemente buscando provocar una respuesta, le contestó: «Ya está, era lo que necesitaba».
about:blank Según fuentes cercanas, las grabaciones fueron recomendadas por los profesionales que están tratando a Vanucci. Estos sugirieron que la ex modelo no se expusiera para evitar que Garfunkel entrara en una crisis, y que solo documentara lo sucedido, enfocándose en “la manipulación que él ejerce sobre sus hijos”.
Preocupación por la salud mental de Garfunkel
El entorno cercano a la ex pareja expresa gran preocupación por el estado mental de Garfunkel. Aseguran que su situación ha empeorado con los años y que actualmente está atravesando una crisis psicológica grave, con tendencias suicidas.
Por este motivo, piden que se deje de alimentar la controversia mediática y que la situación no sea más exacerbada. “Se trata de salud mental y el riesgo es mayúsculo”, advierten, subrayando la delicadeza del estado de Garfunkel.