La Casa Rosada teme que el peronismo logre echarlo si abren el recinto. Las sesiones extraordinarias en Diputados podrían reducirse a un show.
Javier Milei ordenó el cierre del Senado para evitar que el peronismo se alce con la destitución de Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por cruzar la frontera desde Brasil con más de 200 mil dólares sin declarar.
Fuentes parlamentarias admitieron ante LPO que hubo contactos entre enviados de la Casa Rosada y senadores aliados para evaluar la profundidad de la crisis que se desataría si la bancada de José Mayans y Juliana di Tullio echara al legislador entrerriano y lograra que lo reemplace Stefanía Cora, quien lo secundaban en la boleta del Frente de Todos en 2019.
La definición política atiende a que el interbloque de UP podría sumar una banca más, quedándose con 34 senadores.
De hecho, un peronista que integra el pelotón que responde al formoseño comentó a LPO que, en el grupito de WhatsApp interno, incluso hubo intercambios especulativos sobre la posibilidad de que Carlos «Camau» Espínola renuncie a su banca en 2025 si gana la elección a gobernador de Corrientes. Ante ese escenario, lo relevaría Ana Almirón, otra dirigenta ligada a Cristina Kirchner.
En un despacho radical admitieron este jueves que los aliados habrían mantenido conversaciones con Santiago Caputo y Lule Menem, quienes convinieron que «hay que cerrar la Casa». «Que el gobierno haga la pantomima de las extraordinarias en la Cámara de Diputados y pague el costo pero, si se abre el recinto en el Senado, el peronismo lo raja a Kueider», explicaron.
Vamos a ver quiénes lo defienden y quiénes no, es algo de sentido común. No podemos tener a un contrabandista preso como senador nacional.
La senadora di Tullio sostuvo, por su parte, que los 33 senadores de UP están «organizados» para sesionar la semana próxima. «Pero hay que ver si el resto de los bloques van a dar quórum. Con 37 senadores logramos sesionar y con dos tercios favorables alcanzamos su expulsión», indicó, y advirtió: «En ese momento, vamos a ver quiénes lo defienden y quiénes no, es algo de sentido común. No podemos tener a un contrabandista preso como senador nacional».
Los funcionarios de Balcarce 50 habrían salido del encuentro con los senadores más preocupados de lo que habían llegado. Como reveló en exclusiva LPO, Caputo ya había dispuesto que no funcionara el Senado por temor a que Victoria Villarruel habilitara la votación que podía terminar con la derogación del DNU del canje de deuda.
El caso Kueider explotó como una bomba en el bloque aliado de Milei
Pero el horizonte que apareció tras el escándalo del caso Kueider es peor. El peronismo puede dar vuelta el Senado y hasta resulta probable que la UCR, a regañadientes, termine acompañando la expulsión que reclaman los kirchneristas.
Una senadora del PRO reconoció ante LPO que «es muy difícil no votar la destitución» de Kueider. Y una colega suya que responde a un gobernador alertó que los misioneros tendrían la orden de apoyar el desafuero del entrerriano.
Con ese telón de fondo, el cálculo compartido por distintos bloques sería que la Cámara Alta no sesionaría en diciembre y tampoco el año que viene. La traba institucional manda a la banquina también el temario que agitó el vocero Manuel Adorni por Twitter sobre la convocatoria a extraordinarias.
«Aun si le dieran media sanción a la eliminación de las PASO en Diputados a fines de diciembre, ¿quién va a votar a favor de la derogación en un año electoral?», graficaron en un despacho cercano al gobierno.
Para colmo, a la eventual expulsión del entrerriano o la aceptación de su licencia, que no había sido recibida por las autoridades hasta que se publicó este artículo, se suma la licencia que tomó el radical Víctor Zimmerman, quien acudió a Chaco para sumarse al gabinete de Leandro Zdero y dejó su banca vacía.
Por lo demás, el único alivio para el oficialismo al cierre de esta nota era la chance de que Kueider se quedara en Paraguay mientras dure la investigación. «Si no viene, al menos se disipa la furia de los que no son peronistas e igual lo quieren rajar», conjeturaron.
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