El Pincha y la Academia juegan por el título de campeón y la clasificación a la próxima Libertadores. Un duelo de narrativas muy poderosas en el Madre de Ciudades.
Dos narrativas muy poderosas se debatirán este sábado en la calurosa noche de Santiago del Estero: la épica de Estudiantes y la mística de Racing. La ganadora se volverá a tierras bonaerenses con el título de campeón del Torneo Clausura en sus valijas, además de la clasificación a la Copa Libertadores y el acceso a algunas extra más por el ámbito local. El contexto aportará lo suyo para este gran guion, con un calor considerable (se espera entre 30 y 35 grados para la noche) y una ciudad superpoblada, dado que el partido coincide con la realización de un certamen internacional de hockey. Las entradas, 20 mil por el lado académico y 13.500 por el pincha, volaron en cuestión de horas.
La cosa arrancará a las 21, en caso de empate en tiempo regular habrá dos suplementarios de 15 minutos y, de persistir la paridad, penales. La televisación irá por cuenta de las señales “premium” de ESPN y TNT Sports y el arbitraje será del grandote Nicolás Ramírez, con asistencia de Héctor Paletta desde el VAR.
La épica
Como si le hiciera falta otro condimento a la disputa entre Estudiantes y la AFA, este viernes se confirmó un nuevo sponsor para la camiseta pincha: Mercado Libre. Envío exprés de una suspicacia más en cuanto a la relación entre el club platense y el Gobierno Nacional. La firma con la empresa de simpatía oficialista se suma al apoyo explícito (y repetido) del presidente de la Nación a la institución comandada por Juan Sebastián Verón, elegido como la cara publicitaria de la avanzada SAD sobre los clubes argentinos, por más que él se haya encargado de distanciarse en cuanta entrevista brindó.
Politiquerías al margen, lo cierto es que la película de Estudiantes en estos playoffs viene siendo inmejorable. Clasificado como último y gracias a resultados ajenos, todo cambió después de un tuit. Con 267 caracteres en su cuenta oficial, decidió sumergirse de lleno en el barro por el título anual concedido a Rosario Central y empezó a construir una épica de “lucha contra todos”. Metió anti-pasillo de campeón y victoria en Arroyito contra el a priori mejor equipo del torneo, eliminó a otro picante como Central Córdoba también lejos de La Plata y, como si fuera poco, amargó a su clásico rival en rodeo ajeno.
Dentro de la cancha viene perfecto, con lo justo y necesario: tres triunfos 1-0 siempre dentro de los 90 minutos. Los unos se deben a la combinación Cetré-Palacios (un gol y dos asistencias para el colombiano; dos goles y una asistencia para el uruguayo) y los ceros al gran nivel de Fernando Muslera en el arco. Junto a la regularidad de Santiago Ascacíbar y la levantada de Cristian Medina en el medio, le cambiaron la cara a un equipo que hasta hace poco estuvo cerca de la reprobación de su gente. Este sábado se jugará todo en términos de calendario 2026: si gana se mete en la Libertadores; si pierde, no saldrá del país el año que viene (Racing jugará Sudamericana si no se le da).
La mística
Relacionada a lo divino y lo sagrado, dicen algunas definiciones sobre la mística. Que tiene que ver con lo misterioso o lo oculto, tiran otras. Cuando se habla de mística en el deporte es porque se intenta explicar algo que va más allá de lo observable o lo esperable y que suele repetirse en el tiempo. Y bueno, mucho de eso hay en el Racing de Gustavo Costas. Un equipo que semestre a semestre viene dando pruebas de que todo lo puede, más allá de que generalmente se intente desprestigiar su estilo de juego ofensivo y vertical que no prioriza la tenencia.
El año pasado (y a principios de este) se erigió como pesadilla de los brasileños en tiempos de plena hegemonía verdeamarela a nivel clubes, y ahora viene de señalarles la salida al River de Gallardo con una memorable remontada 3-2 y al Boca de Paredes por 1-0 en La Bombonera (en el medio sobrevivió a Tigre en los penales). Todos logros que tienen el sello de su DT, un potenciador serial de jugadores que llegaron a Avellaneda sin hacer demasiado ruido y tiempo después ya pasaron por la Selección (Facundo Cambeses), coquetearon con ella (Maravilla Martínez y Juan Nardoni) o la reclaman a gritos (Santiago Sosa y Gabriel Rojas).
Y si de mística se habla, qué decir de su goleador. Maravilla subió a los cielos ante Boca para meter un cabezazo de antología y cortar con una racha de diez partidos de sequía. ”Necesitaba convertir, era demasiada la carga. Uno sabe siempre que cuando Dios nos quiere preparar pasamos por desiertos. Jesús estuvo 40 días, Moisés y un montón pasaron por desiertos también. Esas cosas nos fortalecen», se animó a predicar el nueve, muy apegado a su fe al igual que gran parte del plantel y cuerpo técnico académico. El que quiera creer, que crea.
El caos
El escenario de la gran final será el muy bonito Estadio Unico Madre de Ciudades y, como suele suceder en los últimos tiempos, a los hinchas no les será nada fácil llegar a Santiago del Estero, esta vez desde Avellaneda y La Plata. Se estima que el costo total de la aventura ronda el millón de pesos, eso en el caso de quienes hayan logrado conseguir alojamiento.
Es que la capacidad hotelera de la ciudad siempre queda corta en estos eventos y, para colmo, la fecha coincide llamativamente con la realización de una de las ventanas de la FIH Pro League de hockey, tanto femenina como masculina. Este mismo sábado Las Leonas jugarán a las 21:30 contra Alemania y Los Leones, a las 19 contra Países Bajos. Si se apuran los muchachos, quizá lleguen a ver el segundo tiempo de la final.
