El encuentro se realizó en la Federación Argentina de Boxeo y contó con la presencia de dirigentes políticos, sociales, estudiantiles y sindicales. El apoyo a su candidatura partidaria.
El Partido Justicialista porteño realizó su acto por el Día de la Lealtad peronista y ratificó su respaldo a la candidatura partidaria de Cristina Fernández de Kirchner. La expresidenta eligió este encuentro para enviar su mensaje a la militancia. La multitud, que colmó la Federación Argentina de Boxeo, escuchó con atención el mensaje de CFK: “Estoy convencida de que darle voz y protagonismo a los castigados por este proceso de caos y destrucción liderado por Milei es lo que debemos hacer desde la política partidaria”, y calificó al gobierno de Javier Milei como “una verdadera demolición social planificada y ejecutada sin piedad y con mucha crueldad”, aplicada por “teóricos y prácticos de la odiología”. Horas antes, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó un acto en la localidad de Berisso y, si bien no se pronunció específicamente sobre la disputa por la conducción del PJ, reivindicó la figura de la expresidenta. “Los días más felices fueron con Cristina”, dijo sobre el escenario y agregó: “Basta de persecución, basta de proscripciones. Van a decir que Cristina es culpable (en la causa Vialidad), pero es mentira”.
Rodeados por los militantes que cantaban la marcha peronista y vitoreaban “Cristina conducción”, hablaron, entre otros, Victor Santa María y Mariano Recalde. En representación de las organizaciones sindicales Santa María hizo hincapié en que “es hora de que Cristina se ponga al frente” y agregó: “Te vamos a seguir, todos nosotros te debemos lealtad, como vos la tuviste con nosotros”. Además, destacó el liderazgo de CFK al sostener que “vamos a acompañar este momento histórico por el cual va a pasar el peronismo, que es nuevamente tener a una presidenta de nuestro partido. Pero, principalmente, esa presidenta es quien nos conduce hace muchos años”.
Santa María aseguró que “la lealtad que tenemos hoy con CFK no es una lealtad de ella hacia nosotros, sino una lealtad que fluye entre el pueblo y su líder. Le pedimos por favor que sea presidenta de nuestro partido porque necesitamos organizarlo y nadie mejor que quien fue la compañera de nuestro gran líder, Néstor Kirchner, para hacerlo”. Además, agregó que “este 17 de octubre le pedimos que reflexionemos todos los que hablan de unidad sobre la generosidad que siempre tuvo CFK y que no han tenido muchos líderes políticos”. Por último, reflexionó que en 2015 el candidato a presidente no fue kirchnerista, tampoco en 2019 ni en 2023. “Hoy es hora de que vos te pongas al frente, porque todos te vamos a seguir”.
En tanto, el titular del PJ metropolitano, Mariano Recalde, afirmó que “Cristina representa la esperanza. Y yo sí me quiero meter si hay una interna en el peronismo para bancar a Cristina”. A continuación sostuvo que “la pelea es con aquellos peronistas que se sienten más cómodos con este Gobierno que con Cristina. Contra ellos confrontamos. Confrontamos contra esos diputados que entraron al Congreso por el peronismo, y votan en contra del pueblo. Esa es la interna que vamos a disputar con Cristina a la cabeza”, indicó. Por último dijo que “queremos unidad, pero también que respeten los rangos. Todos son fundamentales, pero ancho de espada hay uno solo”.
Por último, Recalde le agradeció a CFK “por hacerte cargo de la tarea compleja de juntar a todo el peronismo detrás de un proyecto que defienda los intereses del pueblo”, y finalizó: “No quedan dudas, ella va a ser la próxima presidenta del partido y lo va a enderezar para formar un gran frente nacional”. Kicillof, en tanto, desde Berisso había dicho que quería “unidad, unidad, unidad”, y subrayó que “la única pelea que me interesa es la pelea contra las políticas de Milei”.
En tanto, en las gradas estuvieron el senador Oscar Parrilli, los diputadas Paula Penacca, Lorena Pokoik e Itaí Hagman, el exministro de Cultura, Tristán Bauer, la exlegisladora Ofelia Fernández, la extitular del Inadi, Victoria Donda, y sindicalistas como Daniel “Tano” Catalano, de ATE, Abel Furlán, de la UOM y Daniel Ricci de FEDUN, entre otros.
Los protagonistas: el pueblo perjudicado
También hablaron representantes de distintos sectores sociales perjudicados por las políticas del gobierno de Javier Milei. La primera en tomar la palabra fue la presidenta del centro de estudiantes de la facultad de Ciencias Exactas de la UBA, Julia Benito. Ella hizo un repaso del conflicto por el presupuesto universitario en estos diez meses del gobierno de LLA y recordó las dos marchas educativas del último tiempo: la del 23 de abril y la del 2 de octubre. “Todos los sectores sociales se han sometidos a un ajuste brutal con este gobierno. Las universidades no tienen presupuesto para funcionar. Luego de la primera marcha conseguimos una mejora para los gastos de funcionamiento que, de todos modos, significó una caída del 2,9 por ciento. Es decir, fue un aumento mentiroso, un ajuste. Pero después tuvimos que salir a reclamar por los salarios de docentes y no docentes. Hoy el 50 por ciento de ellos se encuentra bajo la línea de pobreza”.
Benito comentó que en su facultad hay docentes que cobran 100 mil pesos por mes. “El ‘histórico’ aumento que nos dieron desde el ministerio de Capital Humano fue de 6.8 por ciento. No hace falta ser matemático para saber que son 6.800 pesos, es decir, lo que sale un menú del día en el comedor de la facu”. Luego añadió “es vergonzoso. Si por algo va a pasar a la historia este gobierno es por el papel lamentable que están haciendo”.
Luego fue el turno de Pablo Catalán, un trabajador del hospital de Salud Mental, Laura Bonaparte, que quiso ser cerrado por Javier Milei hace tan solo unas semanas. “Para ellos el sistema de salud no representa nada. No le dan una respuesta a las familias que lo necesitan. Es importante que cuando un niño o un adulto tienen un problema de salud mental no se sientan una porquería, no se sientan mal, y no sean excluidos. Hoy se nos impuso en el Bonaparte tener que pensar en una reestructuración institucional. Despidieron compañeros, cerraron puestos de internación y cerraron los dispositivos territoriales. Nosotros creemos que la patria es el otro y queremos seguir estando cerca de la comunidad”, afirmó.
También hablaron Teressa Raqui, representante de una agrupación de adultos mayores del PJ que reconoció ser una novata en esto de hablar ante una multitud. Reivindicó la política para los jubilados de CFK y cuestionó la destrucción del sistema previsional por parte de Milei. También habló Carolina Papaleo, en representación de los actores y el sector de la cultura. Papaleo dijo: “La cultura es un bien común, de todos, y tenemos que unirnos poder sobrellevar el desfinanciamiento que tenemos en cada uno de los sectores. El Incaa está totalmente desfinanciado y, como no tenemos producciones nacionales, dependemos de extranjeros. Eso mitiga la identidad argentina. Tal como entendieron NK y CFK la cultura es una herramienta política para la transformación y es la que puede permitir que un país sea más libre y soberano”.
A su turno habló, Alejandro “Pitu” Salvatierra. Él dijo: “¿Qué les voy a contar a ustedes que caminan los barrios? ¿Que este es un gobierno cruel? Pocas veces pensé ver un gobierno así, con tan poca humanidad y desapego por el sufrimiento del otro. El público cantaba “Cristina presidenta”, y él respondió: “Ya tenemos tres estrellas, podemos tener tres presidencias”.
Para cerrar, subrayó: “Sé a dónde hay que estar y qué lugar es mi pertenencia. No me olvido como muchos. Algunos dicen que son peronistas de Perón o kirchneristas de Néstor, pero nosotros empezamos a comer carne con CFK. Con ella tuvimos los salarios más altos en dólares y ella generó que millones puedan acceder a la jubilación con la moratoria. Con CFK los villeros cambiamos los techos de chapa por la loza. Con ella tuvimos dignidad”. Al finalizar indicó: “Es la figura política más importante. Se puso de pie y empezó a conducir lo que tiene que conducir. Hoy se disputa si el peronismo va a ser un engranaje del poder concentrado, como lo fue en los 90, o un espacio que dispute poder para dignidad a los que menos tienen. Nunca fue tan simple”.
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