La tensión no para de escalar en el país vecino desde el intento de asesinato del domingo contra el ex presidente. El Gobierno acusó al equipo de Evo de atacar a la Policía en su bastión, Cochabamba, mientras que los bloqueos de ruta, la herramienta de protesta del evismo, se intensifican.
Después del atentado contra el ex presidente Evo Morales y de que éste acusara a miembros de la Policía y el Ejército, el Gobierno de Bolivia de Luis Arce -el ex delfín de Morales que hoy es su principal rival político- comenzó a hablar de un «posible autoatentado» y acusó al ex mandatario y a su equipo de seguridad de haber huido de un operativo antidrogas y atacado a un grupo de la policía antidrogas cuando actuaba en Cochabamba, el bastión cocalero del histórico líder del Movimiento al Socialismo (MAS). Horas antes, el evismo le había pedido a las autoridades nacionales que retiraran por completo a la policía y los militares de la región para evitar más episodios de violencia política.
Crecen las protestas del evismo
En paralelo, la prensa boliviana -en su mayoría opositora a Evo- informó que se intensificaron los bloqueos a rutas que el evismo comenzó hace 50 días en protesta por lo que denuncian como una avanzada judicial y política para obstaculizar su candidatura presidencial en las próximas elecciones de 2025. Según registraron los medios locales, se establecieron 22 nuevos puntos de bloqueo, de los cuales 18 están en Cochabamba, incluido el aeropuerto de Chimoré, y varios más en las vías de acceso que comunican la región con Oruro, Potosí y Santa Cruz, informó la agencia Europa Press.
Las protestas se intensificado en las últimas horas tras el intento de asesinato de Morales cuando el vehículo en el que viajaba en Cochabamba fue baleado 14 veces por «un grupo de élite» de la Policía y el Ejército, según el ex presidente. El Gobierno de Arce tomó la denuncia de Morales, no la dio por cierta y ordenó una investigación. De esta manera, descartó echar de inmediato a los ministros de Seguridad y Defensa, como pedía el evismo.
Desde el evismo también empezaron a pedir la renuncia del presidente Arce, uno de los principales reclamos, por ejemplo, que se escuchaba este lunes en la toma del aeropuerto de Chimoré.
Sigue la violencia armada
La tensión no para de escalar en Bolivia. Tras anunciar que investigarán el ataque a Morales, el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, acusó el lunes a Morales y su equipo de seguridad de haberle disparado el domingo a policías durante una operación antidroga. «He disparado a la llanta», dijo Morales en un vídeo que ha publicado Del Castillo durante una comparecencia publicada por el diario boliviano El Deber. Según el ministro, Evo y su gente estaban huyendo de un operativo antidroga en el marco de la Operación Tormenta de Trópico III.
El vehículo de Morales, relató el ministro de Arce, se habría topado con un control instalado en una carretera del municipio de Villa Tunari, huyó y entonces el equipo de seguridad del ex mandatario respondió con disparos la persecución policial. En este contexto, el vehículo de Morales embistió a un agente de la Policía, que resultó herido en una pierna. Poco después, simpatizantes de Morales rodearon el cuartel y exigieron la entrega de los vehículos, que se llevaron y quemaron posteriormente.
Mientras Evo y su gente denunciaron un atentado contra su vida, desde el Gobierno y la oposición de derecha y extrema derecha lo acusaron de haber hecho un «autoatentado» para justificar la salida de Morales del país.
EL DESTAPE