Todos los detenidos en una causa por comercialización de estupefacientes fueron llevados al Juzgado Federal en Río Grande, para brindar su declaración y esgrimir una defensa. La jueza Federal Mariel Borruto cuenta con más plazo para resolver la situación procesal de todos ellos.
Cristian Herrera, Luciano Constantino (dueño del local Frankfurt), y los hermanos Ezequiel y Nelson Ledesma; ampliaron su indagatoria, en la causa por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, en la modalidad de narcomenudeo.
A partir de esta nueva indagatoria, se extiende el plazo para que la jueza Mariel Borruto resuelva la situación procesal de todos ellos.
El miércoles, por orden de la Magistrada, el personal de Prefectura Naval procedió al traslado de todos los detenidos al Juzgado Federal, para un nuevo interrogatorio, luego que durante la primera indagatoria, realizada el 23 de septiembre, se negaran a declarar, en una estrategia del abogado que los defiende, Lucas Sartori, con la finalidad de poder acceder al expediente y conocer las pruebas que existen en la causa.
Cabe recordar que entre el jueves 19 y viernes 20, personal de la Prefectura Naval Argentina llevó adelante allanamientos, que derivó en la detención de todos los nombrados.
Todo fue a partir de un operativo que realizó la Policía Federal el miércoles por la noche, cuando detuvo una camioneta Ford Ranger, en la que iba una pareja (Marcelo Isorna y Verónica Jara), a los que se les descubrió sustancia estupefaciente, pero en escasa cantidad, por lo que fueron excarcelados en ese mismo momento.
Sin embargo, a partir de otro hecho que sucedió el jueves 19, cuando Verónica Jara estrelló la camioneta Ranger contra el local Frankfurt, en un presunto intento de suicidio; se profundizó una investigación por drogas. Al parecer, una nota que escribió la mujer, explicando el porqué de su comportamiento, desencadenó la causa.
En el expediente, existen elementos de pruebas para incriminar a Cristian Herrera, Luciano Constantino; y Ezequiel y Nelson Ledesma; en una causa de venta de estupefacientes, más específicamente cocaína, mediante la modalidad de narcomenudeo.
Una denuncia anónima a la Línea 101, cruces de llamados telefónicos, cocaína en una cantidad que no supera los 200 gramos, elementos de corte para el estiramiento de la droga y una balanza de precisión, son algunas de las pruebas que refuerzan la acusación fiscal.
EL SUREÑO