La vicepresidenta sintió el golpe del escándalo de los 15 asesores del puntano y se recluyó. Cree que Abdala cayó en una celada de la Casa Rosada para detonarle el acuerdo que ella tejía con Rodríguez Saá.
Victoria Villarruel cree que la confesión del senador Bartolomé Abdala sobre la desmesurada cantidad de asesores que tiene trabajando para apuntalar su eventual candidatura a gobernador de San Luis, fue parte de una celada orquestada por la Casa Rosada que la tiene a ella como blanco último.
Un senador libertario afirmó este jueves a LPO que «Milei piensa rayarle todo en el Senado a Villarruel». «Pegarle a Abdala es pegarle a la Vicepresidenta», agregó. La revelación de los 15 asesores que tiene el puntano, de los cuales 12 hacen trabajo político partidario en San Luis, como confesó el propio Abdala, es un misil directo a Villarruel que es la responsable última de la administración de los fondos públicos que se destinan al Senado.
En San Luis reconocen que Abdala es un hombre de buen diálogo con el actual gobernador, Claudio Poggi, pero también tiene buena relación con Adolfo Rodríguez Saá. Desde el peronismo de San Luis deslizan que Abdala fue el nexo para una cena que Villarruel compartió con el ex gobernador peronista cuando fue de visita a esa provincia. Como reveló LPO, en la intimidad la vicepresidenta suele afirmar que ella es «peronista».
El plan de Abdala habría sido juntar a Rodríguez Saá y Villarruel para darle volumen a su proyecto provincial y acaso la vice haya pensado lo mismo de su propio proyecto nacional. «El Adolfo estaba trabajando un acuerdo con Abdala y Villarruel, pero ahora se les jodió el armado», afirmó a LPO una fuente del peronismo puntano que agregó que el efímero ex presidente promueve la candidatura a diputada nacional de su esposa, Gisela Vartalitis.
Si detrás de la torpeza de Abdala hubo una celada de la Casa Rosada, sabían donde pegar. El senador puntano es el libertario más leal a Villarruel y, en las últimas semanas, se habría sumado a ese esquema el formoseño Francisco Paoltroni, expulsado del bloque oficialista por su confrontación con Santiago Caputo por la postulación de Ariel Lijo.
La pelea con el asesor presidencial tiene tal virulencia que esta semana el senador Paoltroni no dudó en aludir en una entrevista radial a temas personales.
Como sea, la estruendosa salida de Paoltroni contagió nerviosismo en otros miembros del pequeño bloque oficialista. Como al formoseño lo echaron después que Ezequiel Atauche partiera de urgencia a una reunión en la Casa Rosada, ahora nadie se siente seguro en la bancada libertaria.
Por caso, el libertario sin banca, Rodolfo Negri, quien se jacta de haber convertido en senadora a su esposa, Ivana Arrascaeta, no ocultó su preocupación. Negri inició conversaciones con el riojano Juan Carlos Pagotto, imaginan que se acerca la chance de desplazar a Atauche de la conducción del bloque.
Pero el jujeño cuenta con el apoyo de Karina Milei y Lule Menem, que tiene influencia sobre Pagotto. Los otros dos miembros de la bancada libertaria son Vilma Facunda Bedia, la legisladora que metió a 10 familiares como asesores, y el sanjuanino Bruno Olivera Lucero.
En este clima envenenado de internas cruzadas, la vicepresidenta optó por aislarse. Afectada por los ataques de Milei, como su intervención en el CCK este jueves, el destrato sistemático de Karina y los ataques en las redes con los trolls de Caputo, la vicepresidenta optó por bajar su exposición tras el acto en reivindicación de los militares represores.
Un senador cercano a la vice, confirmó a LPO que Villarruel apenas intervino en Labor Parlamentaria esta semana, cuando hubo que resistir los intentos de Martín Lousteau y el peronismo por sesionar. «Ya no mantiene reuniones con los senadores aliados», agregó.
Para colmo, la expresidenta Cristina Kirchner abortó cualquier coqueteo, acercamiento o confusión del peronismo sobre la supuesta afinidad con Villarruel, justo cuando José Mayans había tenido dos intervenciones públicas amenas con ella. «Cristina le marcó el territorio», afirmó a LPO una senadora kirchnerista.
De hecho, dsde fines de agosto, Villarruel pasa horas encerrada en su despacho, acompañada por el director de Atención Ciudadana, Juan Martín Donato. Referente de la agrupación Derecha Argentina y punto del diputado Guillermo Montenegro, el joven militante es toda la compañía que tiene Villarruel mientras permanece recluida.
Ninguno de los actores que veían en su figura un contrapeso frente a las extravagancias de Milei sabe qué camino seguirá. «O se doblega y empieza a elogiar a Milei o empieza a hacer algo pero el silencio no le va a servir de nada», afirmó una senadora que le reconocía virtudes políticas y advirtió: «Milei ya decidió qué hacer».
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