En una noche que tuvo de todo, Boca avanzó a los cuartos de final del Torneo Apertura tras ganarle 4-2 por penales a Lanús, en una Bombonera que estuvo caldeada y repleta de tensión. El equipo de Mariano Herrón no convenció desde el juego, fue despedido entre chiflidos y durante pasajes del encuentro la hinchada insultó duramente a la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme.
Incluso, la clasificación no alcanzó para tapar el clima de enojo que sobrevoló por La Boca durante los 90 minutos, incluida la definición desde los doce pasos. En lo futbolístico, el encuentro fue opaco. Boca y Lanús no se sacaron diferencias durante el tiempo reglamentario, igualaron 0-0 en los 90 minutos y casi no generaron situaciones de peligro.
Mientras, en las tribunas, la historia fue muy distinta: los hinchas explotaron contra el equipo, cantaron contra los jugadores, exigiendo actitud, mientras el rendimiento seguía dejando mucho que desear. En ese contexto, los penales se vivieron con tensión.
Y luego de un ambiente caldeado, finalmente, Boca encontró algo de alivio. Agustín Marchesín contuvo el primer remate de la tanda a Alexis Canelo y después Lanús desperdició otro remate, enviándolo por encima del travesaño. Por su parte, Milton Giménez se encargó de convertir el gol de la clasificación, sellando el 4-2 desde los doce pasos.
Y a pesar que el pasaje de ronda fue un desahogo, cuando los jugadores saludaron a la hinchada antes de irse al vestuario, los silbidos fue la respuesta que recibieron de toda La Bombonera. Ahora, al encontrar luz al final del túnel, Boca aguarda por Independiente o Independiente Rivadavia.