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sábado, 15 junio , 2024

Carlos Sainz y Lucas Cruz sentencian el Rally Dakar 2024 a lo campeón

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La pareja española aprovecha una avería de Loeb para garantizarse su cuarto triunfo en el rally más duro del mundo

Carlos Sainz y Lucas Cruz han dejado hoy visto para sentencia su cuarto triunfo en el Rally Dakar. El madrileño y el catalán han completado la temida etapa del pedregal hacia Yanbu (420 kilómetros) sin ningún problema… pero no así su gran rival, Sébastien Loeb, al que una nueva avería en su frágil Hunter le ha vuelto a dejar compuesto y sin Dakar.

Aún así… habría que haber visto si el nueve veces campeón del mundo de rallies hubiese podido doblegar a Sainz, que puso un ritmo infernal desde el arranque. De hecho, dominó la etapa hasta los últimos 90 km.

Menos tensión de la esperada
Se esperaba una etapa tensísima, en base a las indicaciones de la organización y lo estudiado por los equipos, temerosos de los estragos que podían hacer las piedras que copaban el 20% del recorrido de hoy… pero resultó una jornada más tranquila de lo previsto.

Sobre todo porque Loeb quedó fuera de combate relativamente pronto. En concreto, en el kilómetro 132, cuando tras un aterrizaje en un salto rompió la horquilla de la suspensión delantera derecha. Una avería que requería de la asistencia del camión del equipo BRX -que el francés solicitó inmediatamente-… pero finalmente tuvo una solución más rápida: la misma pieza del Hunter del chino Feilong Liu (YunXiang).
Ese préstamo improvisado, al menos, le va a permitir salvar el podio al francés si consigue completar la etapa (viene muy retrasado), y sumar así su quinto podio en ocho participaciones… aunque nunca desde lo más alto.

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Sainz, demoledor
Hoy Sainz salió fuerte a la etapa, con la seguridad de que Ekström rodaba tras él (salía a seis minutos), mientras que en Audi planificaron parar a Peterhansel después del repostaje para cubrir más de cerca al español.

El madrileño -que tuvo la ayuda de Laia Sanz, que se paró para dejarle pasar ya que partía justo delante de su jefe en el Extreme E- estaba superando en 20 segundos a Loeb antes de la avería del francés. Sainz pasó a su lado y, a buen seguro, en ese momento respiró aliviado y se sintió campeón.

Aún así, Sainz no bajó el ritmo hasta ese tramo final, en el que un pinchazo lento y la prudencia sabiéndose ya prácticamente ganador de la prueba hicieron que se le escapara el triunfo parcial. No importa, porque la gloria le espera mañana a orillas del Mar Rojo.

«La etapa ha sido limpia. Hemos tenido solo un pinchazo lento en la parte final. Cuando vimos a Seb nos lo tomamos con más precaución. Ha sido muy difícil, con muchísimas piedras, no veías en ocasiones ni a cinco metros y se necesitaba suerte. Hemos pilotado a veces muy, muy lento, pero incluso así puedes pinchar», explicaba en meta.

Cuando Sainz supo que su distancia con Loeb era de una hora, respiró más aliviado: «Con una hora de diferencia… estoy más tranquilo, pero aún quedan 175 kilómetros. Sé que en este rally hay que cruzar la meta y es lo que vamos a intentar mañana. Vamos a concentrarnos en ello, a mirar bien el coche, porque la etapa ha sido muy dura».

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Será cuando se completen los 175 kilómetros de paseo triunfal para el madrileño, que dispondrá de más de una hora de margen para coronarse tetracampeón.

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