• El juvenil le comunicó al club que ejecutará la cláusula de rescisión de 10 millones de dólares.
• Se marchará al Brighton de Inglaterra, que lo viene siguiendo de cerca en los últimos meses.
En los pasillos de la Bombonera sabían que su partida era inminente, aunque todos guardaban la esperanza de que Valentín Barco siguiera un tiempo más ligado a Boca. Sin embargo, la historia del Colo con la azul y oro parece haber llegado a su final. El juvenil, de 19 años, envió en las últimas horas un telegrama a las oficinas del club para avisar que ejecutará la cláusula de rescisión de 10 millones de dólares libres de impuestos para marcharse al Brighton & Hove Albion.
Se trata de un ultimátum del chico de 25 de Mayo, quien pretende que Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol acepten la última propuesta de los ingleses, que ofertaron 10,5 millones de dólares por el 90 por ciento del pase más el 10% de una futura venta. En caso de que Boca siga sin dar el brazo a torcer, Barco acercará antes del martes los 10 millones de dólares que le permitirán salir de Brandsen 805, tal como establece su contrato, sin que nadie se lo pueda impedir.
¿Por qué antes del martes? Porque ese día la cláusula de escape se elevará a 14 millones de dólares, una cifra que ni el futbolista ni los ingleses están dispuestos a pagar. Se trata de un revés para Riquelme y compañía, más allá de que en la intimidad ya lucían resignados y entendían que era inevitable que el chico se marchara en este mercado de pases.
El último intento para intentar seducir al Colo Barco, que por estos días se entrena con la Selección Argentina Sub 23 que jugará el Preolímpico de Venezuela desde el 20 de enero próximo, ocurrió la semana pasada cuando contactaron al representante del futbolista, Adrián Ruocco, para acercarle una propuesta de renovación de contrato -vencía en diciembre- por múltiples años con una cláusula de salida más elevada y un sueldo acorde a ese número.
Ruocco, que también maneja la carrera del defensor Marcelo Weigandt -que tiene vínculo hasta el 30 de junio-, había quedado en contestar en estos días. Sin embargo, las ganas de Barco de jugar en la Premier League pesaron más que cualquier otra propuesta.
La relación entre Barco y Boca fue súper intensa desde el promisorio debut con 16 años contra Banfield, cuando el plantel profesional quedó totalmente aislado luego de haber roto con la cuarentena tras la escandalosa eliminación con Atlético Minero en la Copa Libertadores 2021. Es que después de aquella presentación en el Florencio Sola, el Colo fue titular a los pocos días contra San Lorenzo y no volvió a ser convocado para jugar con la Primera hasta la llegada de Jorge Almirón.
¿Qué había sucedido para que pasara 2022 en blanco? Es que fue bajado a la Reserva, donde poco a poco fue perdiendo protagonismo, después de los tironeos entre la dirigencia de Boca y Ruocco por la renovación del primer contrato que había firmado cuando estaba en la Séptima y caducaba en 2023. El club quería que firmara por otras tres temporadas y el entorno del chico sólo quería extenderlo por una temporada. Al final, después de mucha discusión y algunas tentaciones -Getafe y Juventus pugnaron por él-, llegaron a un acuerdo en un punto medio: la prórroga por 365 días -hasta diciembre de 2024-, pero con una cláusula de salida de 10 millones de dólares.
Una vez que se zanjaron las diferencias, Barco volvió a jugar y se convirtió en una pieza clave del equipo de Almirón que llegó a la final de la Copa Libertadores. Ya no jugaba casi como marcador lateral por izquierda, sino que se puso el traje de armador y carrilero por el mismo sector. Sus buenas actuaciones -también anduvo bien con la Selección Argentina en el Mundial Sub 20- fueron las que llamaron la atención del Brighton, que ya había hecho negocios con Boca cuando se llevó a Alexis Mac Allister y que hizo todo lo posible para convertirse en el hogar de una de las últimas joyas del fútbol argentino.
