La nueva propuesta será plebiscitada en diciembre próximo, luego que en septiembre pasado se rechazara el primer intento de reforma de la carta magna.
La de este domingo no fue una jornada electoral como cualquier otra en Chile. Fue una auténtica demostración de musculatura política en la escena local, con un choque que puede presagiar días complicado por venir para el gobierno del izquierdista Gabriel Boric. La derecha chilena asestó un duro golpe y se impuso con contundencia en los comicios para elegir los representantes que van a redactar la nueva constitución del país trasandino.
El Partido Republicano, liderado por José Antonio Kast, vencido por Boric en el comicio presidencial y partidario de mantener la constitución de la dictadura de Augusto Pinochet, se impuso con 35,5% de los sufragios y tendrá poder de veto en el proceso.
Lo siguió la coalición oficialista (el Frente Amplio de Boric, el Partido Comunista y el Partido Socialista), que logró el 28% y la derecha tradicional, aglutinada en Chile Seguro (21) y en la que se integran UDI, Renovación Nacional y Evópoli.
En tanto, la coalición de centro Todos por Chile obtenía un nueve por ciento.
Los resultados se confirmaron luego de escrutar el 95;5% de las mesas habilitadas.
La elección determinaba los 50 miembros de la comisión institucional que redactará la nueva propuesta de Constitución para reemplazar la carta magna pinochetista, tras el rechazo de un primer texto en septiembre.
El Consejo Constitucional recibirá, para su revisión y ajustes, un texto elaborado previamente por expertos con 12 principios esenciales que no podrán ser modificados, por ejemplo, el que consagra a Chile como una economía de mercado con participación estatal y privada.
La nueva propuesta será plebiscitada en diciembre próximo, luego que en septiembre pasado se rechazara el primer intento de reforma
de la carta magna.
«Es el primer día para un futuro mejor para Chile, comenzaremos a reconstruir y recuperar nuestro querido país. Chile ha derrotado a un gobierno fracasado», expresó Kast, al celebrar el resultado de la elección constituyente.
Además, advirtió Kast: «Hoy día no hay nada que celebrar, porque Chile no está bien, los chilenos no están bien. Para unos pocos esta elección parece muy importante, pero para la inmensa mayoría de los chilenos no. No es tiempo de dividir al país. Es tiempo de trabajar en unidad por el bien de Chile».
