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martes, 16 abril , 2024

Cumple 75 años de acreditado permanente en la Casa Rosada nuestro presidente honorario, Roberto Di Sandro

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¿Por qué este homenaje? Porque no hay muchas personas que durante tantos años hayan sido fieles a una profesión y a una idea política. Y Roberto Di Sandro hace 75 años que ejerce el periodismo y el peronismo. El querido Tano fue, es y será un permanente militante de las dos cosas.

Algo bastante insólito para la vida actual donde los cambios de profesión y de partido son moneda corriente.

Hace 75 años la tecnología estaba muy lejos de ser una herramienta útil para los cronistas. A los más jóvenes, que hoy tienen todo en su celular, les recuerdo que en aquellos tiempos hasta había que pelear por un teléfono para pasar la noticia.

Y Roberto empezó a trajinar los pasillos de la Rosada y a demostrar que a pesar de sus pocos años tenía pasta de periodista.

Y así empezó su historia. No recuerdo bien, pero creo que desde la primera presidencia de Perón hasta el presente, el Tano pasó 27 presidentes. Todo un récord mundial.

Y lo más destacado, es que a cada uno de esos presidentes, fueran peronistas, radicales o militares, Roberto les decía en la cara Yo soy peronista.

Por si había alguna duda, en cada elección depositó en la urna una foto del General.

Un militante más fiel, imposible.

Y en 75 años pasaron muchas cosas de las que el Tano fue testigo. El bombardeo a Plaza de Mayo, varias revoluciones, varios presidentes en una semana y hasta una guerra. Claro que esto muy sintetizado, porque todos sabemos que la Argentina de las últimas décadas ha sido un crisol de noticias buenas y malas. Y Roberto las vio a todas.

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En todo ese tiempo pasó muchas veces largas jornadas en la Casa de Gobierno, madrugadas incluidas. Y doy fe porque 45 de esos años yo estuve ahí.

Miles de anécdotas para contar, cientos de peleas con colegas que no eran peronistas y una enorme cantidad de discusiones sobre cualquier cosa.

Pero esa “grieta” jamás fue profunda. Muchas de esas peleas fueron conmigo porque fui la única mujer entre alrededor de 30 periodistas varones.

El Tano peronista, yo no. El machista, yo mujer. El mayor, yo joven. Chocábamos todos los días. Pero jamás hubo grieta. Todavía hoy somos amigos.

Roberto se acomodó de a poco a la tecnología. Costó mucho pero un día apareció con un celular y casi llora cuando un colega le puso la Marcha Peronista como ringtone.

Eso sí, nunca transó con la computadora.

Su Olivetti sigue inmóvil en la Sala de Periodistas esperando que su dueño vuelva a tocar sus teclas cada día.

Si hay que escribir la historia de la Argentina de los últimos 75 años, no busquen mucho. Pregunten por el Tano Di Sandro, Vio todo lo que pasó y conoció a todos los que pasaron por la Casa Rosada. Y lo más importante, todos ellos lo conocieron a él.

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