El gigante Lodairo, de 86 metros de eslora, dejó la pesca del bacalao en Noruega, y fue enviado a Malvinas para atiborrar su enorme bodega con calamar illex que extraerá con licencia ilegal británica.
La poderosa armadora Áncora, con sede en el puerto de Vigo, España, decidió un terminante cambio de rumbo para su más grande buque, el Lodairo, de 86 metros de eslora, el de mayor tamaño de toda la península ibérica.
El bacaladero vigués se encontraba abocado a la campaña de bacalao, como cada año, en las islas noruegas Svalbard. Pero como directa consecuencia de recortes en las capturas que dispuso el país escandinavo para la Unión Europea -que no integra-, ahora el Lodairo se sumará a la flota que dos veces al año depreda pota sudamericana con licencias del ilegítimo ocupante de Malvinas.
El mayor buque de pesca de toda España tiene 86 metros de eslora, 16 de manga y 4.290 toneladas de registro bruto (GT). Es propiedad de Pesquera Áncora, una empresa española de dueños británicos que opera con capital de Islandia.
El gerente de la compañía, Iván López Van der Veen, perdió esta semana las elecciones para presidir la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi). Pero es titular de Agarba, Asociación Nacional de Armadores de Buques de Pesca de Bacalao, del Consejo Consultivo de la Flota Comunitaria de Larga Distancia, y de la Alianza Europea de la Pesca de Fondo.
El súper barco fue construido por la Rolls Royce en 2015 en un importante astillero de Turquía, y está valuado en 40 millones de euros.
Es su capitán José Luis Otero, quien en declaraciones al diario La Voz de Galicia se jactó de las comodidades y lujos que ostenta el Lodairo: “Tenemos el mejor barco de la flota, con grandes comodidades a bordo, hay camarotes de dos personas e individuales. Tenemos hasta una sauna”, dijo.
Los 32 tripulantes de la gigante embarcación estaban pescando bacalao desde noviembre en aguas noruegas. Pero tras descargar en Holanda, se les impidió continuar faenando por el recorte dispuesto.
Tras recalar en Vigo, ahora navega hacia nuestras Malvinas para aprovechar las licencias de pesca de calamar que de forma ilegítima les conceden las también ilegítimas autoridades isleñas.
El capitán del Lodairo finaliza su declaración al diario gallego con una interesante reflexión que revela el verdadero y único interés que los moviliza a tan despreciable iniciativa: “Es una vida muy dura pero bien pagada. Los sueldos son muy buenos. Si no fuera por dinero, no tendría mucho sentido”. Clarísimo.
Fuente: La Voz de Galicia / Agenda Malvinas
