Ramón Ángel Abregú, prófugo de una cárcel de Río Grande, desde hace 20 años, donde estaba detenido por matar a balazos a su exmujer embarazada, en la guardia de la clínica CEMEP, podría retornar a su casa y en libertad, si la Justicia acepta el pedido de prescripción de la causa planteado por su defensa.
Como la condena contra Abregú fue confirmada por el Superior Tribunal de Justicia de la provincia el 1º de marzo de 2001, el período de prescripción de la causa “comenzó a operar ese día y venció el 1º de marzo de 2021”, explicaron fuentes judiciales.
Se pudo saber que el expediente fue remitido al Tribunal Oral de esta ciudad (el mismo que emitió el fallo condenatorio) y en las últimas horas se comunicó al juzgado un abogado particular, interesado en tramitar el pedido de prescripción.
Todavía hace falta que el letrado cuente con un poder de su cliente, y que además debería fijar domicilio, algo que es “complicado” si se considera su condición de prófugo.
En caso de superar esa contingencia, el tribunal “no tendría más remedio” que hacer lugar al pedido y “técnicamente el hombre podría regresar a Río Grande sin riesgo de ser detenido ni juzgado otra vez”, explicaron las fuentes.
Antecedentes del caso
El 23 de enero de 2000, Ramón Abregú asesinó de cuatro balazos a su pareja, Eva Azulina Falcón, en el sector de la guardia de una clínica privada de esta ciudad.
Mediante un juicio y por el crimen, fue condenado a 20 años de cárcel; pero el 15 de febrero de 2001 se fugó del establecimiento penitenciario que estaba ubicado en la Margen Sur. Desde entonces se mantiene prófugo de la Justicia.
La fuga
Varias hipótesis se barajaron ese año, 2001, después que se produjo la fuga. Investigadores policiales creen que el hombre pudo escapar de la isla de Tierra del Fuego hacia Chile, escondido en algún camión, a través del Paso Fronterizo San Sebastián, y que desde allí se refugió en otro país limítrofe.
Abregú había aprovechado las deficiencias de seguridad del establecimiento carcelario llamado “Puesto 1”, donde por entonces había solo 3 policías que custodiaban a 23 internos y así escapó. En aquellos años, El Sureño entrevistó al ex-Jefe de la Policía, Gustavo Penza, quien definió al lugar como “un depósito de presos” sin “cerco perimetral” y “atravesado al medio por una calle”.
Las falencias del lugar eran tantas que el reo se escapó a la mañana y su ausencia recién fue notada “en horas de la tarde” durante el relevo del turno de los vigilantes de guardia.
Datos: El Sureño
