En Concepción, Tucumán, Walter Monzón escuchó gritos, y no dudó en arrojarse al río para ayudar a la niña que se había caído al agua.
Ayer, jueves por la mañana, Walter volvía de trabajar, cuando los gritos de un grupo de niñas en el puente del río Gastona lo alertaron, y al ver que una pequeña se encontraba en el agua, dejó a un lado la máquina desmalezadora con la que realiza changas cortando pastos, y saltó para ayudar a la niña de 7 u 8 años que al parecer se habría caído al río por la falta de uno de los pedazos de hormigón que conforman la pasarela para peatones.
El heroico hecho tomó conocimiento público, porque otro hombre que siguió la escena compartió la historia y conmovió las redes sociales, destacando la actitud de Walter.
