Los datos indican que los usuarios comienzan a notar a sus teléfonos iPhone más lentos justo antes de cada lanzamiento de un nuevo iPhone o de un nuevo sistema operativo por parte de Apple.
El estudio que da soporte a esa teoría, compilado por Laura Trucco, estudiante de doctorado de la Universidad de Harvard, afirma que la empresa está deliberadamente saboteando sus productos antiguos. La académica incluso cruzó los datos con otras empresas, y para marcas como Samsung no hay correlación entre nuevos lanzamientos y búsquedas relacionadas con un peor funcionamiento del dispositivo anterior.
Por mucho que sea de admirar que Apple siga actualizando terminales con tres y cuatro años de antigüedad con nuevas características, en el pasado algunas actualizaciones, sobre todo en dispositivos viejos, tiraban al tacho la fluidez y el rendimiento con el que esos Smartphone llegaban al mercado.
En parte, con los aparatos más antiguos en efecto existe una degradación de la fluidez, por ejemplo, iOS 10 en un iPhone 5; pero en términos generales está más relacionado con las aplicaciones de terceros, que suelen estar optimizadas para Smartphone más nuevos en las que de verdad se nota la caída del rendimiento.
Sin embargo, hay que decir que es curioso que el mercado de Apple tenga muchos más escépticos y curiosos que los demás.
