Vivir para cumplir sueños. Cumplir sueños para vivir. Así parece haber pensado Lucía Vera de Camocim, una brasileña que contrató un servicio fúnebre para ser velada viva en Ceará, al oeste de Brasil.
Durante 10 años, la mujer expresó su voluntad de cumplir este deseo. Sin embargo, sus familiares creían que era una locura. Tanto insistió Lucía que, finalmente, consiguió el objetivo.
El dueño de la funeraria, Paulo Araújo, explicó algunos detalles del servicio más insólito de su carrera. Primero la maquillaron, luego se acostó sobre el ataúd durante nueve horas para que, familiares y amigos, le rindan tributo.
“Quería tener mi funeral hace 14 años. Esperé mucho”, expresó la señora. ¡Tenebroso!.