El equipo de Barros Schelotto derrotó como visitante al equipo de Almirón con un gol del 9 y es líder.
Boca se sacó la mufa en La Fortaleza y festejó frente a Lanús gracias al tanto del insaciable goleador que tiene en el equipo, Darío Benedetto, que tuvo una y no perdonó. Partido chivo el que se sacó de encima el campeón, que sigue líder junto a Vélez y River.
Pero hay que decirlo: este domingo en Lanús no se vio al mejor Boca. Es cierto que el estado del campo de juego, muy castigado por la lluvia, no ayudó al equipo de Guillermo, que encontró muchas dificultades para manejar la pelota con criterio, tal como lo había hecho en el debut frente a Olimpo. Lanús, claro, tampoco disfrutó de tener que tirar el pelotazo, amén de que hasta el momento en el que se produjeron los ingresos de Román Martínez y Lautaro Acosta había propuesto un juego defensivo con la intención de lastimar de contragolpe.
En ese contexto, las situaciones de gol casi que se ausentaron en el primer tiempo. Hubo apenas un par de remates de Cardona y alguna llegada con poco peso de Lanús, que jugó con un equipo alternativo debido a que Almirón decidió preservar a la mayoría de los titulares para el partido del miércoles contra San Lorenzo por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores. En el medio, Pablo Pérez no hizo pie (salió al inicio del segundo tiempo) y a Gago le costó, igual que a los Matías del Grana, Sánchez y Rojas, quienes padecieron el estado acuoso del terreno.
Vaya uno a saber si fue cuestión de adaptación o qué, pero en el complemento las situaciones aparecieron. Ambos tuvieron las suyas, Boca mediante la excelsa pegada de Cardona (hermoso tiro libre al travesaño) y Lanús a través de uno de sus mejores futbolistas, Román Martínez, quien tuvo un mano a mano y la tiró afuera. Ahí yace la diferencia que hubo entre Lanús y Boca: Martínez perdonó y Benedetto no.