Durante la navegación hacia la Antártida, especialistas estudiarán el comportamiento de diferentes especies marinas.
Un equipo de científicos está llevando adelante un estudio para determinar el comportamiento de cetáceos en el Mar Argentino y la Antártida. Lo harán durante toda la segunda etapa de la Campaña Antártica de Verano 2018/19 a bordo del rompehielos ARA “Almirante Irízar”.
El equipo está conformado por dos científicos de la organización Argentina “Fundación Cethus” y otro del “Centro Ballena Azul” de Chile. Esta campaña forma parte de un programa internacional de la comisión ballenera llamado SORP(Southern Ocean Research Partnership) –creado en el año 2009- de la cual Argentina siempre formó parte. Este consorcio se especializa en el estudio de las ballenas, delfines y marsopas con métodos no letales.
La investigación de estas especies con técnicas no letales, requiere de mucha dedicación, paciencia y constancia. Para ello los investigadores realizan guardias individuales en el Puente de Observación del buque, con la mirada fija en el mar y buscan registrar la aparición de cualquier cetáceo para luego clasificar la especie y zona de hábitat.
El método de investigación aplicado es por medio de la observación visual y a través de hidrófonos (donados por la Universidad de San Diego, California, quienes colaboran con el proyecto) que se adaptan al buque y se arrojan al mar para captar las ondas acústicas que emiten los cetáceos. Combinando estas dos técnicas, los expertos pueden determinar la presencia y los comportamientos de los diferentes cetáceos que habitan el Mar Argentino y la Antártida.
Alexander Marino es uno de los investigadores y al respecto expresó: “El rompehielos para este tipo de investigación es ideal. El buque cuenta con un Puente de Observación que es donde pasamos la mayor parte del tiempo, desde allí y con la ayuda de binoculares de alto alcance tratamos de localizar estas especies”.
“También nos brindaron uno de los laboratorios para poder sistematizar y procesar toda la información, realmente estamos muy cómodos. Por otra parte, el personal a bordo nos ayuda y se muestra siempre predispuesto para lo que necesitemos”, agregó.
Para finalizar el científico señaló: “Este es el comienzo de un largo trabajo de investigación, ya que acá recolectamos toda la información visual y acústica para luego procesarla en Buenos Aires y sacar las conclusiones finales. En balance general hasta el momento es muy positivo”.
Gaceta Marinera
