El equipo de Sinaloa perdió 4 a 2 en la segunda final y se perdió la chance de coronarse y de poder luchar por el primer ascenso. Tras el partido, Diego reaccionó a las provocaciones.
El sueño de Dorados se terminó. La ausencia de Diego Maradona en el banco de suplentes, por haber sido expulsado, generó una cercanía con los hinchas visitantes que acabó en polémica por la reacción del «10» que se quiso pelear con ellos y con los que intercambió insultos cuando se dirigía al vestuario.
Tras el 1 a 0 a favor en Culiacán, el «Pez» buscaba cerrar el título en casa de Atlético San Luis. Habiendo conseguido ponerse en ventaja en dos ocasiones, sobre el final del juego el local revirtió el marcador y con el 3 a 2 a favor obligó al tiempo suplementario. A falta de un minuto para el cierre de ese primer período, llegó el cuarto gol definitivo y así se terminó la ilusión de Dorados.
Con las polémicas acciones de Maradona que molestaron a la gente de San Luis en la ida, los hinchas locales le devolvieron los agravios en los pasillos del estadio, cuando el astro argentino retornaba al vestuario, tras ver el juego desde la tribuna junto a sus allegados. En ese lapso, se desató el escándalo.
Ante el grito de «Maradona se la come» de la afición contraria, Diego estalló de bronca y comenzó a insultar e intentar pelearse con los hinchas. Su equipo trataba de pararlo, pero se lo notaba muy enfurecido, disparando insultos al aire. Más tarde, se lo vio cuando bajaba por el ascensor y un grupo lo esperó para insultarlo, ahí el técnico no se resistió y reaccionó tirando golpes al aire.
Con este panorama, Dorados se quedó sin la chance de ascenso, aunque todavía tiene la posibilidad de llegar al mismo si logra quedarse con el torneo Clausura de 2019. En caso de lograr dicho objetivo, tendrá que jugar el partido de Campeón de Campeones por el pase a Primera División, justamente, ante Atlético San Luis.
