Una comida al aire libre, claramente no es la misma junto a la playa en verano, en el campo bajo el sol o una sombrilla que en pleno invierno a unos -60º C en medio de la nieve en la Antártica.
Claramente no es lo mismo pero puede tener sus encantos o rarezas. Eso es precisamente lo que el astrobiólogo y jefe de la estación Concordia Cyprien Verseux ha decidido compartir a través de su cuenta en Twitter. Aquellas pequeñas y cotidianas preparaciones suelen transformarse en verdaderos experimentos si el sartén está en el continente blanco.
Cáscaras de huevos que levitan, tallarines mágicos y otras preparaciones son puestas a prueba en medio del frío antártico por el científico que encontró una nueva forma de relacionar la ciencia y la gastronomía.